12.8.10

HMC XXXVII

Un hombre y una mujer se cruzan en la calle. Ambos son viejos conocidos, dos meteorólogos de renombre. Comienzan a discutir el pronóstico para mañana. Ella dice que lloverá. Él, que habrá sol. Ninguno puede ganar la apuesta, ya que en esos instantes son atropellados mortalmente por un conductor ebrio.

No hay comentarios: