25.4.11

HMC LXXI

Un hombre y una mujer se cruzan en la calle. La mujer mira con expresión de escándalo al joven hombre, que pulcramente viste smoking y corbata, peinado con raya y mocasines impecables. Continúa observando con reparo sus limpias manos, sus uñas pulidas y su tez afeitada, hasta que la mujer anciana, tatuada de pies a cabeza, con un centenar de piercings a lo largo de su cuerpo y su rostro, que viste un andrajoso sujetador transparente, tacones de treinta centímetros y shorts destripados se dice: ¡dónde iremos a parar con esta juventud!

19.4.11

HMC LXX

Un hombre y una mujer se cruzan en la calle. Se conocen. Se saludan. Él, que ha sido su profesor de Tamil en la academia, le pregunta con una sonrisilla sarcástica qué tal le va. Ella, en perfecto Urdú, le contesta que muy bien, que ha encontrado un trabajo en una ONG y que la próxima semana tiene pensado irse de voluntaria a Sri Lanka.

15.4.11

HMC LXIX

Un hombre y una mujer se cruzan en la calle. La mujer mira al hombre fijamente mientras se pasa, sensual, la lengua por sus labios. El hombre sonríe. La mujer sonríe. Mira hacia derecha e izquierda, comienza a abrir su boca de manera descomunal y, cual boa hambrienta, engulle de una dentellada al hombre.

6.4.11

HMC LXVIII

Un hombre y una mujer se cruzan en la calle. Se miran, se gustan, se atraen e inmediatamente se unen en un pegadizo beso, como si la fuerza de un imán les uniera sin posibilidad de separar sus bocas. El tráfico se detiene, los peatones comienzan a observar la escena, y no tardan los reporteros gráficos y las cadenas de televisión en retransmitir el extravagante acontecimiento. Así, unidos irremediablemente por ese beso, permanecen los amantes, hasta que pasado un tiempo el reality show que televisa el evento retransmite la muert -asfixia, inanición...- de la pareja.