6.4.11

HMC LXVIII

Un hombre y una mujer se cruzan en la calle. Se miran, se gustan, se atraen e inmediatamente se unen en un pegadizo beso, como si la fuerza de un imán les uniera sin posibilidad de separar sus bocas. El tráfico se detiene, los peatones comienzan a observar la escena, y no tardan los reporteros gráficos y las cadenas de televisión en retransmitir el extravagante acontecimiento. Así, unidos irremediablemente por ese beso, permanecen los amantes, hasta que pasado un tiempo el reality show que televisa el evento retransmite la muert -asfixia, inanición...- de la pareja.

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